Debemos aprender a aceptar que nuestra pareja es como es y da lo que da. A partir de ahí, podemos intentar negociar para solucionar los problemas. Si no es posible, es preferible rendirse en lugar de luchar y causar más daño. Nadie te amará de verdad porque lo necesites, lo pidas, trates de manipular, obligar o chantajear. Eso no es un amor real y no funcionará. El verdadero amor debe surgir de la libertad y la aceptación. Se puede amar siendo uno mismo y haciendo las cosas a tu manera, y esa es la única forma en que ese amor puede ser genuino y valioso.