intentar forzarlo. El sufrimiento empieza en el momento en que tú estás buscando la seguridad, la tranquilidad, el amor y la calma con alguien que no te lo da, ya sea porque no quiere o porque no puede, y aun así insistes. Esto acaba creando dependencia emocional, que no es lo mismo que el apego y que, como veremos más adelante, suele confundirse trágicamente.