En los ensayos clínicos las pruebas que confirman esta interacción microbiota-GBA provienen de la relación entre la disbiosis intestinal y los trastornos del sistema nervioso central (autismo, ansiedad, depresión...) y los trastornos gastrointestinales. En concreto, el síndrome de colon irritable puede ser considerado como una de las consecuencias de la alteración de estas complejas relaciones, y una mejor comprensión de estas alteraciones podría abrir la puerta a nuevas terapias específicas».