Harto de ver «culs de café" por doquier en la España en que se fraguaba “El Desastre” de 1898, el flamante sargento de alabarderos Mariano Mediano se enrola para ir a la guerra de Filipinas. Allí conocerá un mundo inesperado, cargado de contrastes, que le impulsará a ser un héroe, aunque inútilmente, en una espiral de sufrimientos que le hará suspirar por el último poema del doctor Rizal, el héroe filipino: Morir es descansar.
En un ambiente falseado por sus superiores, Mediano lucha por unos ideales, con nobleza, pasión y sentido del humor. De nada servirá: el desastre es tan inmenso que lo engullirá estúpidamente hasta llevarlo como una marioneta al borde mismo de la muerte.
Esta es la historia verídica y exhaustivamente documentada de un héroe olvidado, tan olvidado que acabó su guerra medio año después de haberse cerrado la cuenta con los llamados "últimos de Filipinas". Mariano Mediano fue, pues, el ultimísimo de Filipinas. Un héroe español que jamás llegó a llevar las medallas de héroe que le concedieron.
