Noventa y cuatro hombres tienen que morir en las fechas señaladas y en un plazo de dos años y medio. Todos tienen 65 años. Su muerte constituye el último paso de una operación a cuyo éxito tanto yo como la Organización hemos dedicado muchos años, un gran esfuerzo y buena parte de nuestra fortuna. La esperanza y el destino de la raza aria dependen del resultado. Un solo hombre poseía la clave de lo que estaba ocurriendo, pero lo que afirmaba era que estaba loco. Y no lo estaba. Al contrario, él era el único que podía impedir que murieran 94 personas. Así comienza una desesperada carrera contra el tiempo, una lucha titánica contra una organización tan disciplinada y perfecta que asesina nada más que porque esas son las órdenes. Las víctimas tienen diversas nacionalidades y ocupaciones. Viven en distintos lugares y entre ellos parecería no haber nada en común. Sin embargo, están en una lista y comienzan a morir. Cada asesinato acerca a la Organización a su meta. Con cada hombre que muere el terror está más próximo y hay menos tiempo. Hay una manera de vencer: ser más astuto que los miembros de la Kamaradenwerk… El libro fue llevado al cine en 1978.