La madre de Young-sook solía decir que el mar era como una madre, mientras que su abuela decía que era mejor que una madre. Con los años, Young-sook ha llegado a la conclusión de que su abuela tenía razón: el mar es mejor que una madre. Por mucho que la ames, tu madre puede abandonarte en cualquier momento; en cambio, el mar, tanto si lo amas como si lo odias, siempre estará allí. Siempre. El mar ha sido el centro de su vida. Le ha dado cosas y también se las ha quitado, pero nunca se ha marchado.