Agnes

Se acordó entonces de la vieja cita de Radclyffe Hall: «Y su alma se apesadumbró con la infinita tristeza del deseo cumplido».

En estos meses el hombre que sería Luis Foret ha tratado de no hacerse demasiadas preguntas del tipo: ¿y si te hubieses acabado antes la copa? Lo peor de hacerte preguntas, afirma, es que acabas respondiéndolas

«Anhelar a alguien es un placer más exquisito que tenerlo a tu lado»

Podrán leerlas desde un prisma más interesante. Una verdad manipulada. Esa que has dicho es una excelente definición de lo que es una novela. Los lectores de Luis Foret podrán analizar cuánto hay de verdad y cuánto está ficcionado. Nadie ha dicho nunca que mis libros se correspondan con la realidad, ¿o me equivoco? Precisamente por eso tiene sentido escribir esta biografía.
¿Se da cuenta de que sus novelas son más verosímiles que su biografía?
Agnes, ¡la ficción es más verosímil que la realidad! ¿Me vas a hablar de verosimilitud tú que me has contado que te acostaste con un hombre con la cabeza bajo un acuario?

La chica de la bata amarilla,

Son casos diferentes. Mishima se mató por su país, Wallace se mató por la literatura, Plath se mató por amor

Por eso pienso que la mejor forma de estudiar el suicidio no es leer libros sobre el suicidio. Es leer a los escritores suicidas. Nadie mejor que ellos para hablarnos del tema. He escogido a tres para la charla de esta mañana: Mishima, Plath y Foster Wallace

¿No se da cuenta de que si contamos esta historia en su biografía quedará como un monstruo?
¿Por qué? ¿Acaso nadie antes que yo, en un momento dado, ha deseado que ocurra una desgracia? Un pequeño e incontrolable deseo, una ligera sed de infortunio. Sucede más a menudo de lo que piensas, puede que no a todos, pero sí a la mayoría de la gente.
A mí nunca.
Será que a mi alrededor se han acumulado tantas desgracias que me he vuelto algo insensible. En cualquier caso, no hablo de aplastar una cabeza, ni empujar a alguien por un precipicio ni nada parecido, hablo de dejar que algo suceda. En este caso el sacrificio sería no convertirme en el héroe que salva a su mujer de una muerte segura, asumir con resignación el papel de villano.

Afirma Foret que la verdad actúa como las partículas elementales: está en todas partes todo el tiempo y solo parece detenerse cuando alguien la observa. Dice que escribir una biografía no es más que una forma de detener la verdad en nueve o diez relatos.

aunque no estoy como para sentir celos, los celos son la enfermedad de quien no tiene otro dolor; a alguien celoso le diría: prueba a amputarte una pierna y ya verás cómo te importa una mierda con quién esté acostándose el tipo o la tipa que te gusta