Todos quieren a Daisy Jones

Cuando me estaba ahogando | Tres pliegos y más | Los cielos se despejaron | Y apareciste tú | Y yo dije: «Aquí está mi Aurora» | | Aurora, Aurora

Walk away from the impossible|you’ll never touch her|never ease your soul

Walk away from the impossible|you’ll never touch her|never ease your soul».

No te adelantes, Daisy. Eres un montón de cosas que aún desconoces.

CAMILA: No me corresponde a mí decir lo que ocurrió ese día. Solo diré que estás ahí cuando un amigo tiene un día duro. Y le das la mano y atravesáis juntos los peores momentos. La vida se basa en quién te sujeta la mano y, al menos yo lo creo así, en la mano de quién te comprometes a sujetar.

CAMILA: No importa a quién elijas para hacer tu camino: esa persona te va a hacer daño. Preocuparse por alguien pasa por eso. No importa a quién ames, te romperá el corazón en el camino. Billy Dunne me ha roto el corazón varias veces. Y sé que yo he roto el suyo. Y, sí, verlos esa noche en el SNL…, esa fue una de las veces.

Tengo mil motivos para odiarte, y ahora de repente uno para no hacerlo. Me revienta.

KAREN: Me dijo que no sabía lo que estaba diciendo y que, si no seguía adelante con el embarazo, me arrepentiría durante el resto de mi vida. Simplemente no me entendía.

No me asustaba arrepentirme de no tener un hijo. Me asustaba arrepentirme de tener uno.

Me asustaba traer una vida no deseada a este mundo. Me asustaba vivir mi vida y sentir que me había amarrado al muelle equivocado. Me asustaba sentirme empujada a hacer algo que sabía que no quería. Graham no quería oír hablar de nada de esto.

DAISY: Antes me solía importar que los hombres me llamasen difícil. Me preocupaba un montón. Hasta que empecé a pasar de todo. Y es mejor así.

Cuando estás en una situación como esa, cuando un hombre se abalanza sobre ti, es como si te pasaran por delante de los ojos todas las decisiones que has tomado y que te han conducido a ese momento, a estar a solas con un hombre en quien no confías.

Algo me dice que los hombres no hacen eso. Cuando están allí de pie amenazando a una mujer, dudo que hagan un recuento de todos los pasos equivocados que han dado para convertirse en el gilipollas que son. Pero deberían.