Amigas

esa angustia viva que permanece mientras la tierra muere en silencio;

¿Eres tú mi antigua compinche?
—¡Tu antigua compinche, tu amiga en momentos vulgares, tu Rosa para que la guardes!
—¡Entonces no te marchites!

hay pocos momentos en los que el alma mejora con la comunión del cuerpo

alguna vez no vinieras, sería como si la primavera llegase sin la luz del sol o el canto de los pájaros.

Perder de vista a la amiga a la que has amado y por quien vivías para complacer es perder la alegría de la vida.

dispuestas a soportar las rarezas de sus compañeros varones y siempre preparadas para defenderlos o excusarlos cuando eran especialmente desagradables.

Pensé en ti, y en la vida y la muerte, el amor y la agonía

He perdido el concepto de cuánto es mucho tiempo.

. Tú vienes a mí y las dos somos felices, sí.

Natalie se sentía feliz en su pequeño mundo del ocaso, allí frente al mar.