Espiritualidad práctica en la vida cotidiana

Las relaciones irregulares son un estimulante, pero no un alimento

En primer lugar pensemos que toda forma animada o inanimada genera un campo magnético. Luego concibamos el intercambio de magnetismo entre los objetos que entran dentro del campo eléctrico de otros. Recordemos, además, que aquel magnetismo varía cualitativa y cuantitativamente, y que esta variación depende de la naturaleza del ritmo de su energía pulsante. Se deduce, entonces, que todo el tiempo recibimos influencias electromagnéticas de una naturaleza muy sutil por parte de todo lo que toma contacto con nosotros, especialmente de toda persona con la que tenemos algún vínculo. También se desprende, que cada una de ellas tomará energía eléctrica nuestra de acuerdo con sus naturalezas individuales.

econocer una determinada influencia no significa someterse a ella