Babi y yo

¿Cuántos brazos te han estrechado para convertirte en lo que eres?… ¿Qué más da?, por desgracia, tampoco me lo dirás…»).

La verdadera belleza del amor radica precisamente en su imprevisibilidad, en el poder vivir ese instante de felicidad con una intensidad increíble justo porque del instante sucesivo no tenemos ninguna certeza.

La verdadera belleza del amor radica precisamente en su imprevisibilidad

Qué cosas me gustan de ti.

Me gusta cómo ríes. Me gusta porque a veces pareces mi mejor amiga.

Porque el amor es así: cuanto más intentas entenderlo, más se te escapa; cuanto más intentas racionalizarlo todo, menos encuentras algún tipo de justificación.

Había mirado a otras mujeres antes, pero nunca ninguna me había hecho sentir lo que me hace sentir ella.

El amor es una cuenta que no cuadra, es una mágica ilusión, ligera pero fuerte y sólida como la más antigua de las iglesias que, sin embargo, está lista para romperse con el más ligero soplo de una decepción, lo mismo que el más fino y delicado de los cristales. Pero de nosotros dos estoy seguro, siento nuestra fuerza.

a verdadera belleza del amor radica precisamente en su imprevisibilidad, en el poder vivir ese instante de feli

olo sé que cuando empiezo a vivirte es como si el mundo de mi alrededor se apagara y, en el mismo instante, se enciende dentro de mí una luz

ué satisfecho te sientes simplemente teniendo a una persona pegada a tu espalda, sabiendo que en ese momento ella es tuya por completo