"¿Qué quiere decir ser con y para otros dentro del proyecto heideggeriano de una ontología de la existencia humana como propedéutica para el esclarecimiento del significado de ser en general? ¿Cuál es la significación del carácter social o comunitario de la constitución esencial del ser humano, de acuerdo con la comprensión heideggeriana de este? La manera cómo Heidegger estructura y desarrolla su análisis de la existencia en Ser y tiempo aborda dos dificultades importantes para la cuestión que se plantea. Por una parte está lo sucinto de su recuento de la dimensión comunitaria; por la otra, el aire cuasi egológico o seudoegocéntrico de su énfasis en tres rasgos de la existencia íntimamente relacionados: el hecho de que ella me pertenece siempre a mí, la posibilidad ontológica de ser propia o auténticamente, y su radical singularidad.
El presente estudio se ocupa de estas dificultades. Ofrece una inspección detallada del carácter esencialmente comunitario de la existencia humana, al tiempo que polemiza con las interpretaciones egológicas o egocéntricas del existir humano, así como de los fenómenos de la angustia y la muerte, en donde hallan basamento fenomenológico. También enfoca con detenimiento la problemática de la propiedad o autenticidad, y su relación con el carácter comunal del ser humano. Por último, ensaya redondear (que no clausurar) la discusión con el proyecto de un repensar existencial de la comunidad, propuesto por Jean-Luc Nancy como un ser en común finito singular y plural, al mismo tiempo y con la misma radicalidad.
La publicación ofrece una lectura no solipsista o comunitaria de Ser y tiempo, fiel y congruente con el texto, pero que también rescata y destaca los aportes ético-político latentes en el pensamiento ontológico-existencial heideggeriano. Clave para esto es la interpretación de la conciencia como apelación ética a devenir uno mismo, por medio de un llamado y una escucha que alcanzan su más plena cristalización en un momento político de codecisión con otros. De acuerdo con Heidegger, tal momento de resolución conjunta constituye el cimiento mismo de la historicidad como el ocurrir más propio de lo humano, donde se construye lo público en su sentido más esencial de dimensión de la ley y la normatividad que regula o rige la convivencia cotidiana."