Los enemigos se atraen
Ivan Korovin estaba decidido a cimentar su evolución de pobre niño ruso sin un céntimo a estrella de cine de acción, multimillonario y filántropo. Pero antes de nada tenía que resolver un serio problema de Relaciones Públicas: la socióloga Miranda Sweet, que intentaba arruinar su reputación llamándolo neandertal en los medios de comunicación siempre que tenía oportunidad.
¿La solución? Darle al hambriento público lo que deseaba: ver que los enemigos se convertían en amantes. Desde la alfombra roja en el festival de Cannes a eventos en Hollywood o Moscú, fingirían una historia de amor ante los ojos de todo el mundo. Pero cada día resultaba más difícil saber qué era real y qué apariencia…