«Solo tú, me haces desear lo imposible.
Solo tú, me haces desafiar mis propios límites.
Solo tú, me haces sentir que respiro.
Es por ti que por las noches me desvelo.
Es por ti que en cada día lluvioso suspiro.
Es por ti que en mis sueños ya no hay pesadillas
Tú, has revivido los espacios muertos de mi interior.
Tú, has reconstruido los fragmentos destrozados de mi corazón.
Tú, me has trasformado, me has mudado, me has rescatado de mí mismo.
Tú, te has adueñado de mi ser, has tomado prisionera mi razón, has sometido mi pasión.
Ya no existo si no es a tu lado, si no es a través de tu mirada.
Ya no soy más que un adicto a tu voz.
Ya no soy más que un esclavo de amor».
Extracto del diario Memorias del poeta atormentado.