El proyecto original de Dios para gobernar las naciones fue a través de huertos. Él diseñó el matrimonio y la familia para habitarlos con su plenitud y autoridad. Esta es una realidad familiar cada vez más difícil de encontrar en las naciones, incluso en los hogares cristianos. Dios solo puede habitar y empoderar lo que se ha edificado conforme a sus diseños.
Los modelos conyugales actuales, sumados a los de masculinidad y femineidad, nos muestran la pérdida de aquellos diseños. Estos modelos se centran más en las tradiciones de los hombres que en la revelación del diseño perfecto y eterno revelado por el Padre. Esto es el resultado de la penetración del humanismo en la mentalidad cristiana, lo que ha generado limitaciones que nos impiden lograr una vida familiar eficaz.
Este libro trae el entendimiento de las consecuencias devastadoras que tiene operar en una cosmovisión incorrecta. También nos permitirá comprender la insuficiencia de edificar huertos que no explotan la potencia conyugal revelada en la arquitectura de Cristo y la Iglesia. Finalmente explora este modelo perfecto poniéndolo al alcance de nuestras familias.
El matrimonio no es un diseño de la tierra, sino que viene de la Cielo. Desde allí trae consigo los recursos del Reino de Dios: justicia, paz, amor, gozo, amistad, unidad, compañerismo, comunión, intimidad, poder… para que seamos instrumentos llenos de la autoridad del Padre. Solo así lograremos transformar la naciones y dejar como legado un linaje adquirido por Dios, nación santa y real sacerdocio.
¿Estás dispuesto a encontrar esos diseños? Te invitamos a embarcarte en esta apasionante aventura de descubrir lo que Dios diseñó para nuestros matrimonios y familias…
Como siempre, lo que viene del Cielo, hará la diferencia.
