nunca debemos olvidar que la ciencia no es solo un método: también es un delirio metafísico, la ilusión de pensar que nuestro mundo se conforma a un orden que podemos descubrir y entender. Eso no significa que tengamos que abandonar los sueños de la razón, solo que también debemos atesorar nuestras pesadillas, pues puede ser que, como civilización, a lo único que podamos aspirar es a despertar dentro de esos sueños.