Puedo ver el sol brillar
en tus falsos tatuajes.
Todos emocionados a tu alrededor
en el campamento
ese verano.
El mundo era nuestro
vos eras un niño dios
salido de algún coliseo romano
casi inmortal en tus gestos inocentes.
Y en tu descenso
mil millones de días después
quiero darte un sol que brille para siempre.