La elección era sencilla…
Sally Paul no tenía más que un par de monedas en el bolsillo, y mientras se las gastaba en una taza de té para retrasar el ineludible instante de quedar a merced de la oficina de empleo, lo último que esperaba era recibir una propuesta de matrimonio… ¡de un completo desconocido!
Los días de vida en el mar del almirante sir Charles Bright se habían terminado, y de acuerdo con la costumbre, eso equivalía a tener que buscar esposa. Al descubrir que Sally necesitaba desesperadamente un hogar, le ofreció una salida. Su boda se celebraría sin dilación, pero ¿qué ocurriría con su noche de bodas?