La altivez juvenil y un poco fanfarrona de su naturaleza viene a confortarla, ángel negro y pueril, inocente y fuerte que vuelve despacio a custodiarla. Éste ignora la humildad, la dulzura, la duda cauta y sombría de la condición femenina; nada detiene el viento en sus alas. Sólo una tierna sumisión puede pararlo si Artemisia
Penélope C.hat Zitat gemachtvor 3 Jahren
¡Como si tú creyeses en lo que yo escribía! ¡Como si te importase de verdad mi pérdida
Penélope C.hat Zitat gemachtvor 3 Jahren
Me agotaba la rapidez con la que, en aquel tiempo, pasaba de la hostilidad al consentimiento y, sin embargo, en el fondo de mi corazón continuaba desesperándome hasta el final
Penélope C.hat Zitat gemachtvor 3 Jahren
Ahora me cuenta cómo fue a San Paolo, cuando ya no era doncella, y cómo le parecía que en cualquier momento la iban a violar
Penélope C.hat Zitat gemachtvor 3 Jahren
No puedo volver a la confusa precisión anatómica del examen de la jovencita Artemisia. Las palabras que las comadronas, tras haberla visitado, le enseñaron, han pasado a través de mi memoria como relámpagos, dejando triste ceniza. Y ni siquiera la tierna Artemisia se acuerda ya de aquello.
Montserrat Montes de Ocahat Zitat gemachtvor 3 Jahren
El dolor es a veces liso, escurridizo, y mejor que la prudencia para defenderse de las insidias y de los peligros
Montserrat Montes de Ocahat Zitat gemachtvor 3 Jahren
Porque el espíritu está ya con los muertos, y no hay nada que le repugne más que la fatiga de proveer, de prever la vida.
Montserrat Montes de Ocahat Zitat gemachtvor 3 Jahren
Tendrá el tiempo por compañero, lo llenará a su modo, con lágrimas, indiferencia, alegría, que nutrirán secretamente su maltratado orgullo, donde nadie podrá penetrar
Montserrat Montes de Ocahat Zitat gemachtvor 3 Jahren
será su reino, como suyos son esta oscuridad, esta cama donde se ha escondido y el sueño que nadie puede impedirle simular, si una luz quisiera forzarlo.
Montserrat Montes de Ocahat Zitat gemachtvor 3 Jahren
Y no cambia el obstinado trabajo, no ya de la memoria, sino de las imágenes que de la memoria extraen un imperceptible alimento.