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Victoria Camps

Elogio de la duda

  • Beatriz AChat Zitat gemachtvor 7 Jahren
    «No deseamos las cosas porque son buenas, sino que son buenas porque las deseamos.»
  • Sergio Castrohat Zitat gemachtvor 2 Stunden
    Uno no se construye como sujeto al margen de la intersubjetividad, de la relación con los otros que solo puede brindarle la comunidad. Pero esa construcción tiene que ser propia, hecha desde el distanciamiento de lo que se recibe como dado y de todo aquello que se pretende naturalizar desde la voluntad de conseguir grupos homogéneos. Las naciones se construyeron así, con la ayuda de la educación, de la unificación lingüística, del servicio militar, de todo lo que podía conseguir que el sujeto se viera a sí mismo, por encima de todo, como perteneciente a un conjunto con sentido. Todo nacionalismo se propone «normalizar» a sus miembros. Una comunidad nacional pretende que sus miembros sean iguales, no en tanto sujetos de unos mismos derechos, sino en la asunción de una diferencia cultural que los constituye como nacionales. La suerte de las naciones ha corrido paralela a la de la afirmación del individuo que deviene «individualismo», en sentido peyorativo, porque es indiferente a lo ajeno. La afirmación de la nación como un conjunto de rasgos distintos y dignos de ser conservados, se pervierte al convertirse en la norma que obliga a quien se inscribe en ella a moldearse de acuerdo con lo establecido. Lo diferente pasa de ser algo gratuito y querido, a un imperativo de obligado cumplimiento.
  • Sergio Castrohat Zitat gemachtvor 2 Stunden
    Como dijo Kierkegaard, «la duda no es vencida por el conocimiento, sino por la fe, igual que la fe ha traído la duda al mundo». El creyente religioso que ha llegado a interiorizar la fragilidad de la fe puede, a partir de la duda, o bien dar el salto al vacío, que consiste en reafirmarse en la fe, o bien permanecer en la duda y convertirse en un agnóstico. Gracias a haber introducido en nuestro mundo la incertidumbre y la duda, nuestro mundo «es espiritualmente un mundo secular», ratifica Hanna Arendt.6 Todos los artificios ideados para cohesionar al grupo humano, sea la religión, la nación o cualquier relato ideológico que pretenda determinar el devenir humano, merecen la misma desconfianza que la fe en Dios. Y deben ser gestionados por cada individuo en función de las necesidades y querencias de cada uno. Tratar de hacer de ellos un instrumento de poder para homogeneizar al grupo, y en definitiva instrumentalizarlo mejor, es una forma más de dominación que amenaza con vulnerar las libertades individuales.
  • Sergio Castrohat Zitat gemachtvor 2 Stunden
    Escribe Hanna Arendt que «la realidad política fundamental de nuestro tiempo está determinada por dos hechos: de una parte se basa sobre las “naciones” y, de otra, está bajo la permanente perturbación y la amenaza integral del “nacionalismo”».4 En el mundo moderno, la civilización ha renunciado a la pretensión a la universalidad para aceptar formas de civilización particulares, nacionales. La razón está en la identificación del Estado con la nación. Esta ha venido a sustituir lo que antaño representó Dios, de tal forma que el nacionalismo es una nueva forma de religión. Una religión civil cuyo cometido es cohesionar a los ciudadanos de un Estado y mantenerlos unidos en torno a unos ideales comunes. El cemento que proporciona el sentimiento nacional sirve para unir a una sociedad cada vez más atomizada.
  • Sergio Castrohat Zitat gemachtvor 2 Stunden
    Uno de los progresos habidos a lo largo de la historia de la humanidad es la apertura hacia ideas y costumbres alejadas de las propias. La pregunta de Montesquieu sobre los persas hoy sería impensable, el colmo de lo políticamente incorrecto. Ha sido el liberalismo el que ha producido la apertura en nombre de la virtud de la tolerancia como indispensable para la vida en común. Un valor intrínseco a las democracias liberales es el pluralismo religioso y político. Reconocerlo implica, a su vez, aceptar todas las ideologías y maneras de vivir que se presenten, por incómodas que sean para los autóctonos, siempre que no vulneren los derechos fundamentales. Es el derecho a la libertad, a vivir como cada uno quiera, el que obliga no solo a tolerar, sino respetar a quienes están en las antípodas de las propias convicciones. El fanatismo que se expresa violentamente es incompatible con el pluralismo democrático. La violencia es la falta de respeto absoluto a la libertad del otro. Ahora bien, no son solo las identidades que se manifiestan haciendo uso de la violencia física las que molestan ni las que distorsionan el juego democrático. El ejemplo más claro lo tenemos en las actuales reivindicaciones nacionalistas y en los brotes de partidos xenófobos y racistas en varios países de Europa.
  • Sergio Castrohat Zitat gemachtvor 2 Stunden
    Otro rasgo de las identidades es su exclusividad, pues definen lo propio con vistas a algo que queda fuera de ellas. El católico no es ni protestante ni islámico, y contempla a ambas religiones con prevención o desprecio. El budismo no es una religión monoteísta. El europeo no es ni americano ni asiático. Occidente y Oriente no existirían si no fueran realidades contrapuestas. No se afirma una identidad sin construir otras identidades que necesariamente quedan excluidas de la primera. Es la tesis de Edward Said a propósito de lo que él denomina la ficción sobre Oriente, según la cual el orientalismo es una creación occidental. La consideración de lo propio como normal, el etnocentrismo propiamente dicho, condiciona la mirada de lo otro como algo incomprensible y extraño. Es la pregunta que se hace Usbek en las Cartas persas: «¿Cómo se puede ser persa?»
  • Sergio Castrohat Zitat gemachtvor 3 Stunden
    Lo que caracteriza a las identidades más problemáticas y conspicuas es que están previamente definidas. Así, un Estado encarna una nación, coextensiva a un pueblo, cuyos individuos adquieren una identidad que a otros les está vedada. Parece superflua la pregunta acerca de qué caracteres delimitan un territorio y le dan derecho a erigirse en nación, tener un Estado, establecer unas fronteras. No obstante, si no se diera la pregunta, no existirían los conflictos entre naciones, ni el anhelo de independencia de algunos territorios, ni se habría inventado el multiculturalismo como la deferencia debida a todas y cada una de las culturas aunque se encuentren en una misma nación. La educación es una fábrica de identidades, especialmente allí donde se muestran como más amenazadas y vulnerables. ¿Por qué, se pregunta Grosser, en lugar de producir identidades, la educación no enseña a tomar distancia respecto de la propia identidad? Eso sería formar mentes maduras y críticas y no lo contrario. Una identidad que no se ha puesto en cuestión no es libre. Como escribió George Steiner, los seres humanos no tienen raíces, tienen piernas para moverse de un lugar a otro.
  • Sergio Castrohat Zitat gemachtvor 3 Stunden
    Dudar y distanciarse de las varias identidades que nos constituyen es un ejercicio necesario y saludable, para uno mismo y para el conjunto de la sociedad. Alfred Grosser3 enseña a cultivar ciertas precauciones que juzga indispensables para no dejarse llevar por prejuicios con respecto a aquellas identidades que pueden ejercer un poder mayor sobre el individuo. Una de tales precauciones es olvidarse del «artículo definido», que homogeneiza a las personas, las instituciones y los grupos. Decir que «los catalanes son avaros», «la opinión pública rechaza las políticas de austeridad», «los electores han elegido el pacto», son abstracciones que no aportan ninguna información rigurosa. Se limitan a simplificar los hechos. Tal vez solo haya una abstracción útil, la que dice que «todos los hombres son iguales». Es útil y necesaria porque manifiesta un rasgo deseable de la identidad humana, nos brinda la identidad de referencia —la humana— a partir de la cual habrá que tratar los conflictos de identidades.
  • Sergio Castrohat Zitat gemachtvor 3 Stunden
    Desde ese ejercicio es posible considerar otros rasgos y elementos que trascienden las identidades particulares para concentrarse, en cambio, en lo que habría de ser considerado como propio de la identidad humana en general. Nacer, crecer y morir, alegrarse y entristecerse, tener conciencia de lo que ocurre y puede ocurrir, desear vivir bien, compadecerse de quienes lo pasan mal, son elementos distintivos que, en distintos grados, se dan en todo ser humano. Constituyen un conjunto de certezas sobre la condición humana de las que no tiene sentido dudar. De lo que sí dudamos es acerca de la idoneidad de lo que nos produce alegría o tristeza, dudamos de que nuestra conciencia nos dé una versión correcta de las cosas, de que los objetos de nuestros deseos sean los más convenientes incluso para nosotros mismos, dudamos de que los destinatarios de la compasión sean los que realmente la merecen. A medida que las posibilidades de elegir aumentan, crece, en la misma proporción, la posibilidad de dudar.
  • Sergio Castrohat Zitat gemachtvor 3 Stunden
    En un mundo organizado territorialmente sobre la base de Estados nacionales, el cosmopolitismo es solo un buen deseo. Como lo es ser apátrida, más una protesta contra el sistema que una posibilidad real. Al fin y al cabo, los Estados de derecho ofrecen al individuo una protección que muy pocos están dispuestos a menospreciar por el ideal de no ser ciudadano de ninguna parte. La realidad es que la procedencia o pertenencia de cada uno marca sus costumbres y determina sus principios. Los mismos principios nacen ya con la impronta de la tradición que los ha hecho posibles. Así, los derechos humanos, aunque hayan derivado en una Declaración Universal, aceptada por un gran número de países de todo el mundo, son una producción de Occidente. Allí se gestaron y se han desarrollado.
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