De temperamento religioso y sensibilidad romántica, los Poemas de Manuel Gutiérrez Nájera son afines a la concepción romántico-simbolista de la poesía por su rechazo al realismo y al positivismo y su defensa de la utilidad de la belleza en sí, liberada de la moral y la preocupación humanista y social.
Nájera dedicó su vida al periodismo. Con seudónimos, como El Duque Job, publicó también una extensa obra en prosa de gran importancia para el modernismo. En ella destacan sus crónicas, a las que infundió un estilo ligero y ameno de gran personalidad expresiva. Escribió además numerosos cuentos y relatos. Hizo asimismo crítica literaria y teatral.
Nájera se sentía heredero de la idea del arte por el arte, que en Francia propagara Théophile Gautier, a quien tanto admiró. Sus lecturas de Musset, entre otros, y las del italiano Leopardi, ayudan a comprender la doble vertiente, romántica y parnasista, que marca su poesía.
Escribió fundamentalmente poemas amorosos a través de los cuales dejó claro su ferviente gusto por lo clásico con un toque afrancesado. Su finalidad poética radica, según sus propias palabras, en «expresar los pensamientos franceses en versos españoles».
En 1894 Manuel Gutiérrez Nájera fundó, junto a Carlos Díaz Dufóo, la Revista Azul que llegó a ser una referencia privilegiada del modernismo en México.