radical configuración del desastre de una vida y a la escenificación de una memoria perturbada por el exceso de realidad que se niega a experimentar la vida como un espectáculo.
Isabel Gómez. Una palabra que se sitúa en un tiempo devastado, que asume el desgaste, la erosión, la derrota desde el lugar de la derrota, incluso, capaz de acabar con la escritura.