¿Podría esa cita a ciegas llevarlos a una cita ante el altar?
«Una mesa iluminada por la luz de las velas, una docena de rosas rojas y una botella de champán. Todo estaba preparado para la perfecta cita a ciegas».
Aunque Serena siempre había detestado las citas a ciegas, había decidido darle la espalda a su inusual educación y probar la experiencia. Deseaba casarse con el hombre perfecto y tal vez lograra encontrarlo de esa manera.
Jake era un ejecutivo de éxito, un hombre responsable que había trabajado con ahínco para escapar de sus raíces y que vivía de acuerdo a una sola regla: no casarse nunca.