Historia de la mujer caníbal

¿Existe en la Tierra algún lugar amable con las mujeres solas?

¿Qué hacer con el pasado? Es un cadáver del que cuesta deshacerse. ¿Debemos embalsamarlo, conservarlo idealizado y permitir que dirija nuestro destino? ¿Debemos enterrarlo sin honores, deprisa y corriendo, para así olvidarlo por completo? ¿Debemos metamorfosearlo?

La desdicha, como la felicidad, es una costumbre que adquirimos al nacer y de la que nunca podemos deshacernos

pues las mujeres siempre son las primeras víctimas de la violencia de cualquier gobierno.

¿Cómo sonreír a quien no te ve?

Todas las parejas en crisis se imaginan que yendo de viaje encontrarán el modo de salvarse. Es lo que suele llamarse un lugar común. Creen que la contemplación de nuevos paisajes, el encuentro con desconocidos y el aprendizaje de una lengua extranjera serán remedios infalibles contra el deterioro de su relación.

No acertaba a imaginarse a todos aquellos hombres, mujeres y niños decapitados a machete; los bebés partidos en dos, los fetos arrancados de los vientres de sus madres, el hedor de la sangre y los cadáveres arrojados a ríos y lagos durante las matanzas perpetradas en tan solo un par de días.

Esto no es café ni es nada. Le pones tantos aderezos que pierde su sabor original: la amargura.

daba pequeños sorbos al café que llamaba «sangre de toro», es decir, negro como la tinta, aromatizado con azúcar avainillado y ralladura de limón

Hay seres que no nacen con estrella. Vienen al mundo bajo cielos convulsos, surcados por cometas furiosos que se entrechocan, atropellan y pisan los unos a los otros. Su destino queda así condicionado por el desorden cósmico y nada pueden hacer para enderezar su vida.