Hay quienes me buscan toda una vida pero no nos encontramos,
y quienes reciben mi beso y me rechazan, desagradecidos, desdichados.
A veces, parece que prefiero a los inteligentes, a los bellos, a los altos,
pero bendigo a todos los que tienen el coraje de intentarlo.
En general, cuando actúo, soy de mano suave, dulce, de miel,
pero si me desprecian, me convierto en una bestia difícil de vencer.
Porque aunque mis golpes, todos, dan siempre en el blanco,
cuando mato, lo hago muy muy despacio...