Parpadeé, emocionada. Por sus palabras. Y porque pensé —por un segundo pensé— que ojalá Rhys hubiese tenido las cosas así de claras en el pasado. Ojalá nuestros caminos no se hubiesen cruzado siempre con un choque en lugar de con una caricia suave. Con James parecía tan fácil, tan natural hablar de sueños, de objetivos, de planes, del futuro…
Y quería eso. Quería avanzar. Quería más.