Las ideas, incluso las más abstractas, las aborda con humildad y sin afectación. A veces las perdemos de vista porque se presentan con un atuendo sencillo, casi de andar por casa: «Un científico, un investigador verdaderamente original de la naturaleza, es como un escritor, un pintor o un músico. Es en parte artista, en parte frío investigador. Spallanzani se contaba historias a sí mismo…». Así de simple.