Uno de los hombres conduce la ambulancia, el de los tatuajes en el cuello está con él y el otro, al que han llamado Oscar, se subió conmigo en la parte trasera y no me quita la vista de encima
No te lo he preguntado a ti ―replico―. ¿Cuál es tu nombre, chico? Vuelve a mirar sobre mi hombro y bufa con el rostro arrugado por el dolor. ―Contesta, de todos modos, no vivirá para contárselo a nadie
No lo entiendo. ¿Por qué lo está ayudando si ella misma le disparó? Mis dos hombres de confianza, a los que considero mis hermanos, me piden respuestas con la mirada
fb2epub
Ziehen Sie Ihre Dateien herüber
(nicht mehr als fünf auf einmal)