Laska, mi perro, saltaba entre las peñas y correteaba de un lado para otro. Al verlo, pensé en que mi perro vive intensamente cada segundo; tras observarlo mucho, pues es un compañero fiel, he concluido que, al menos en eso, quiero parecerme a él. Me hice con un animal para avivar el animal que hay en mí, ahora lo entiendo