bebé humano es una superficie en blanco sobre la que la sociedad y las circunstancias pueden imprimir nuevos apetitos y creencias: ¿las mujeres deben ser respetadas igual que los hombres o solo en la medida en que son necesarias para que aquellos tengan descendencia?, ¿son los perros mascotas adorables o una fuente de carne?, ¿es el sexo un placer inocente o un vicio vergonzoso? Lo que nuestras culturas nos inculcan está escrito en una superficie previamente moldeada por la biología; ha sido estriada, agrietada y coloreada por cientos de generaciones de antepasados que compartieron experiencias y reacciones comunes demasiado numerosas para imaginarlas todas