Escrito en febrero de 2020 en la revista The Atlantic, el artículo toma un hecho puntual –una conferencia nacional-conservadora reunida en Roma con el pomposo nombre “Dios, honor, país: Ronald Reagan, papa Juan Pablo II y la libertad de las naciones”– para ponerle la lápida al liberalismo conservador republicano, atlantista y partidario de la globalización capitalista, tal como lo conocimos en los años ochenta y noventa del siglo XX.