Niña, adolescente, los libros me salvaron de la desesperación: eso me persuadió de que la cultura es el más alto de los valores, y no logro considerar esta convicción con mirada crítica.
ro eso no me impide, al contrario, interesarme por aquellas que, de un modo u otro, han fracasado y, en general, por esa parte de fracaso que hay en toda existencia.