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—¡Qué horrible es ser pobre! —

Lo único especial de los átomos que te componen es que te componen. Ése es, por supuesto, el milagro de la vida.

el joven Laurie, dotado de intensa simpatía, vigoroso, alegre y algo travieso.

eoría de la relatividad de Einstein, a la que llegaremos a su debido tiempo, el universo se alabea de una forma

Las distancias son tales, en realidad, que no es prácticamente posible dibujar a escala el sistema solar.

La candidata posible más próxima, añadió, es Betelheuse, cuyos diversos chisporroteos llevan años indicando que está sucediendo allí algo curiosamente inestable. Pero Betelheuse se encuentra a 50.000 años luz de distancia.

Aunque Scheele descubrió el oxígeno en 1772, por varias razones descorazonadoramente complicadas no pudo conseguir que su artículo se publicara a tiempo. Así que los honores del descubrimiento se otorgarían a John Priestley, que descubrió el mismo elemento independientemente, aunque más tarde, en el verano de 1774.

Los átomos son, en suma, muy abundantes.

Son también fantásticamente duraderos. Y como tienen una vida tan larga, viajan muchísimo. Cada uno de los átomos que tú posees es casi seguro que ha pasado por varias estrellas y ha formado parte de millones de organismos en el camino que ha recorrido hasta llegar a ser tú.

buena comida es con frecuencia —o casi siempre— la más sencilla.

Slow Food busca alimentos artesanales que estén en vías de extinción y los ayuda a conseguir un asidero en el mercado global.