Los ejemplos se multiplican: Fausto, Don Juan, Hamlet, Luzbel, el capitán Ahab, Gregorio Samsa, Humbert Humbert, entre tantos otros. ¿En qué consiste la esencia de la locura que aqueja a estos personajes que a la larga se han convertido en mitos de la propia humanidad? Si bien lo pensamos, su locura consiste sobre todo en tratar de sobrepasar sus propios límites para lograr alguna obsesión; desfacer entuertos, prolongar los placeres de la vida, conquistar mujeres, derrocar a la divinidad, descubrir el asesinato de su padre, acabar con una ballena que encarna al mal, expresar la angustia existencial o enamorarse perennemente de una ninfeta que no alcanza a ser mujer pero que tampoco es una niña. Todos estos personajes padecen de monomanía e intentan ir más allá de sus propias capacidades naturales en tanto humanos.