Yo desgranaba tópicos con desenvoltura, debido quizá a que, con mi experiencia parroquial, sé que soy capaz de encarar con éxito la mayoría de las situaciones clásicas o hasta los grandes momentos de la vida: nacimiento, bodas, muerte, el bazar benéfico, la fiesta en el jardín frustrada por el mal tiempo... «Mildred es una gran ayuda para su padre», decía la gente después de morir mi madre