Retrata de una manera muy buena la depresión en ambos protagonistas, y el cómo esto te acarrea ansiedad y deriva a su vez en alguna manía, pérdida de habilidades o bloqueo en ellas, como con la chica, quién pierde la capacidad de hablar por la ansiedad social que ha tenido a lo largo de su vida.
No es un libro fácil, y si no conoces a la autora, o si no has leído literatura asiática, este no es tu libro, mejor ve con algo más ligero.
Es muy profundo, muy pesado y algo lento, pero necesario para hacerte ver cómo se sienten ellos.
Por un sueño o, más bien, por una convicción propia, una mujer puede de pronto perder todo lo suyo. Así sucede con la protagonista de _La vegetariana_, quien dice no, quien se planta frente a su familia y, en cambio, es violentada, señalada, exiliada, abandonada. Kang Han habla de comer carne, peor también de decidir sobre el cuerpo propio, de los afectos que son nutricios, del abandono ante la enfermedad, de cómo en esta sociedad no cabe una mujer con determinación.
Este libro es crudo, visceral y sumamente profundo.
No es fácil de digerir, y me atrevo a decir que si es el primero de literatura asiática que vas a leer, mejor empezar por algo más ligero.
Es una crítica mordaz a la sociedad patriarcal, tanto la sociedad coreana como la occidental.
La autora toda la metáfora de la vegetariana, alguien que deja de comer carne y seguir ese precepto marcado por la sociedad, para mostrar precisamente como la sociedad y su propia familia hace a un lado a personas que deciden no seguir los preceptos de la sociedad y como van acabando lentamente con ellos.
Es dura, fría, y muy desoladora la vida que lleva Yeongjye, aún cuando el lector puede sentir como se siente ella es una obra bastante incomprendida.
Para mí ha sido un libro sumamente profundo y grandioso, muy recomendable para tomarle en serio.