Erin Watt

Venga, hermanita, vamos a ver el monumento a Washington desde el aire —intenta convencerla Easton—. Parece un pene gigante.

—Te he echado de menos cada segundo que no has estado aquí. No he dejado de pensar en ti.

Algunos jóvenes sueñan con viajar por el mundo y tener coches rápidos y casas grandes. ¿Y yo? Solo quiero mi propio apartamento, un frigorífico lleno de comida y un trabajo estable, a poder ser, uno tan interesante como secar pegamento.

Algunos jóvenes sueñan con viajar por el mundo y tener coches rápidos y casas grandes. ¿Y yo? Solo quiero mi propio apartamento, un frigorífico lleno de comida y un trabajo estable, a poder ser, uno tan interesante como secar pegamento.

—Has hecho la pregunta equivocada. Todo corre a cargo de Callum, y créeme, no importa que diga que su negocio iba mal hace unos años, ese hombre podría comprar y vender el centro comercial entero y tener todavía bastante para hacer que la prostituta más lujosa tenga un orgasmo.

Y llevarte un poco de dinero de los Royal contigo?

Se me eriza la piel. Este tío no se cansa.

—Y puede que también algunos corazones Royal —contesto con dulzura.

Y llevarte un poco de dinero de los Royal contigo?

Se me eriza la piel. Este tío no se cansa.

—Y puede que también algunos corazones Royal —contesto con dulzura.

Oh, ¿tu papi quería más a mi papi que a ti? ¿Por eso me odiáis tanto?

Oh, ¿tu papi quería más a mi papi que a ti? ¿Por eso me odiáis tanto?

Ah, ¿es ahora cuando me cuentas tus problemas paternales? Papi no estaba en casa, papi me ignoraba, papi no me quería.