Lo único que salva este libro son las interacciones de los personajes de libros anteriores. La protagonista insufrible. Debería de contar las veces que la autora usa la palabra “cuchichear”. Este libro no tiene trama, solo dos protagonistas que se la pasan peleando por tonterías y mágicamente se enamoran al final. Antes me gustaban los libros de Megan, pero ahora siento que solo copia y pega sus libros.