A las puertas del invierno, el anciano Casimiro se encuentra en el bosque cercano a un hada zámiha, atrapada en una trampa de lazo, inconsciente y con una de sus alas de hoja de castaño rotas.
Al despertar, Isnala la zámiha, habitante del bosque de La Zamina, le pide si puede pasar el invierno con él, prometiéndole a cambio contarle historias de los reinos que hubo y de los que habrá. Así le irá descubriendo a los seres maravillosos que habitan el bosque.