Un estruendo despierta a un pequeño lirón que dormía tranquilamente en su madriguera. Al salir a ver que ha pasado, descubre un enorme queso encajado en el tronco hueco donde vive.
Emocionado, empieza a comerse el queso y a hacerse una casa en el.
Ahora la cuestión es si decide compartir su descubrimiento con sus amigos... o no.