Expulsadas por Asa, Nomi y Malachi se dirigen hacia una muerte casi segura. Ahora que Asa se sienta en el trono, nada le parará para asegurarse de que Malachi no regrese a palacio. Su única esperanza es encontrar a Serina, la hermana de Nomi, en la isla-prisión de Monte Ruina. Pero cuando llegan allí, no es un panorama de mujeres sometidas lo que ven, sino una isla en plena revuelta, liderada por Serina.