—La piedra de la alegría tiene el potencial de hacerte perder la cabeza, incluso más que la piedra de la suerte. La gente mata para conservar la juventud. Esa piedra también puede provocar celos e impulsividad, así que será difícil de conseguir. Y la verdad… —Jacks sonrió—. La verdad nunca es lo que quieres que sea, Pequeño Zorrillo.
Mïrêly Lœpēz Cørtëzhat Zitat gemachtvor 2 Monaten
Todavía no había terminado con ella, aunque ella hubiera terminado con él.
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Las caricias eran agradables, pero quizás eso no fuera buena idea.
—Apollo… Esto no es seguro.
Él se rio, una carcajada sonora pero frágil.
—Nada ha sido seguro desde el momento en el que posé mis ojos en ti. Y, aun así, no quiero apartar la mirada.
Entonces la besó.
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Quería un final feliz… Y quería que fuera de verdad y sincero, y no debido a la magia.
—Sea lo que fuere, Jacks, no sentirás lo mismo dentro de un minuto.
Jacks tragó saliva con dificultad y apretó la mandíbula.
Cuando era niña, su madre le contó una historia sobre una joven que había estado jugando al escondite con su amado en un bosque. La joven estaba corriendo entre los árboles, buscando un lugar donde esconderse, cuando se cayó a través de una grieta en el tiempo. Era una grieta pequeñita, una fisura tan fina como un cabello que solo podría haber empujado a la joven un par de segundos hacia el futuro, o quizás hacia el pasado. Pero el Tiempo vio a la joven y se enamoró perdidamente de ella. Y por eso, en lugar de aterrizar en el futuro o de descubrirse en el pasado, la joven siguió cayendo a través del tiempo. Cayó y cayó y cayó, atrapada por el Tiempo hasta el final de los días.
Eran el príncipe Castor Valor, Lyric Merrywood (hijo de lord Merrywood) y un arquero sin nombre que sospechaba que era el mismo de La balada del arquero y el zorro
maldiciendo los nombres de las Grandes Casas originales: Fortuna, Slaughterwood, Merrywood, Redthorne, Hawkleaf, Casstel, Bloodgrave, Verita, Ravencross, Darling, Havok, Bellflower y Acadian.
Su madre, no obstante, pensaba otra cosa. Creía que los personajes serían felices por el momento, pero no para siempre. Después, le señalaba algunas cosas que sin duda les crearían problemas en el futuro: el aprendiz del villano que seguía vivo; la hermanastra malvada de la que todos se habían olvidado pero que seguía allí, esperando para atacar otra vez; el deseo que se había hecho realidad pero por el que no se había pagado un precio; la semilla que se había plantado pero que aún tenía que crecer.
Primero, tenía que asegurarse de que la mentirosa sabandija comemanzanas en cuyo nombre ni siquiera podía pensar no estuviera vigilándola o siguiéndola o acechándola.