la parte afectiva que existe en todos los humanos, falta de objeto adecuado, antes que permanecer ociosa se forja cualquiera, por frívolo que sea. Vemos pues, que nuestra alma antes se engaña a si misma enderezándose a un objeto frívolo o fantástico, indigno de su alteza, que permanece ociosa. Así los animales llevados de su furor, se revuelven contra la piedra o el hierro que los ha herido, y se vengan a dentelladas sobre su propio cuerpo, del daño que recibieron