Uno debería tener antes claro qué tipo de trabajo le hace feliz, un asunto que se ve afectado por las opiniones de nuestro entorno. Para Crawford se trata de un logro total, y no de un paso atrás desde el punto de vista intelectual, pues el trabajo manual le exige más creatividad que el trabajo científico por encargo, en el que a menudo quien paga es quien determina