Caminar, escarbar, esperar es justamente el proceso que me lleva al escribir un poema. Buscar la palabra necesaria, encontrar la palabra deseada. Y esas palabras necesarias, deseadas a que me refiero son las más cotidianas, las de uso comunitario. Por eso, cuando las necesito, no recurro a los diccionarios sino a los mercados, a las plazas, a las calles.