Crear o reventar

Y ser un indefinido no significa no saber qué pepino hacer con tu vida, sino todo lo contrario: es tener la actitud y la capacidad de hacer lo que quieras. Es tener la libertad de probar, de jugar, de intentar, de fallar y de volver a empezar.

Recordatorios en la nevera, una foto de alguien que te resulte inspirador, una playlist motivadora, todo suma. ¡Llena tu vida de elementos alentadores que te ayuden a crecer!

Aunque vibren con la misma música, hasta las cuerdas de un laúd están separadas.

En la carrera para posponernos todos somos ­campeones.

¿Es esto ­importante en el proceso creativo? ¡Claro que sí! Porque si nos olvidamos de estimular nuestros sentidos, sentimos menos. Y si sentimos menos, nuestra capacidad creativa se verá limitada.

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La creatividad depende en gran medida de dos factores fundamentales: nuestra capacidad para percibir la información que nos rodea (nuestra sensibilidad) y nuestra capacidad de asimilar y procesar esa información para luego poder hacer algo con ella.

Nos bloqueamos y nos cuesta avanzar porque no estamos pensando bien. Si queremos ser personas más creativas, si queremos tener una vida más creativa, si queremos tener una relación más creativa con el mundo que nos rodea, tenemos que reprogramar nuestra computadora mental para pensar creativamente y actuar en consecuencia. No es un trabajo fácil y puede que tome algo de tiempo, pero en el camino se cosechan muchos éxitos creativos. ¡Manos a la obra!

Por eso, lo primero que tengo para decirte es que, cuando pienses en tu ­creatividad, no te definas.

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