(Vinci, Toscana, 1452-Amboise, Turena, 1519). Artista, pensador e investigador italiano que, por su insaciable curiosidad y su genio polifacético, representa el modelo más acabado del hombre del Renacimiento. Era hijo ilegítimo de un abogado florentino, quien no lo alejó de su madre, una modesta campesina. Leonardo se formó como artista en Florencia, en el taller de Andrea Verrochio; pero gran parte de su carrera se desarrolló en otras ciudades italianas como Milán (bajo el mecenazgo del duque Ludovico Sforza) o Roma (donde trabajó para Julio de Médicis). Aunque practicó las tres artes plásticas, no se ha conservado ninguna escultura suya. Tras su muerte, se ha convertido en el paradigma de hombre del Renacimiento, dedicado a múltiples investigaciones científicas y artísticas. Sus obras han determinado la evolución del arte en los siglos posteriores. Su vida personal es en gran parte un misterio; apenas han llegado indicaciones acerca de sus costumbres, gustos o defectos. Ha ocupado en forma alterna los pedestales del sabio, el artista, el científico, el profeta, el humanista o el inventor. Sin embargo, de las muchas actividades emprendidas por su genio irrefrenable, a ninguna le consagró más tiempo y disciplina que a aquella que hoy se conoce como el oficio de escribir.